Consejo
-Me gustaría darle un consejo- empezó, con voz ronca.
-¿Cuál?
-Sobre las llamadas a la puerta. ¡No responda! No les haga caso. Ponga una puerta acolchada.
-¿Cuál?
-Sobre las llamadas a la puerta. ¡No responda! No les haga caso. Ponga una puerta acolchada.
Diálogo entre Horace Tarbox y Anton Laurier.
Cabeza y hombros
Scott Fitzgerald
Tal vez deba tomarlo en cuenta...
3 Comments:
¿Y cuando llegue alguien que valga la pena?
De verdad me gustaría que encontrara la puerta entreabierta...
porque yo también lo odio y daría cualquier cosa por arrancar esas páginas... claro, las mías
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